Judas Iscariote, olió la putrefacción de la conspiración antes que el vino.
Pedro, afilaba el puñal que escondía debajo de la mesa; mientras Juan, disimulando, sonreía exageradamente al distribuir el pan.
Judas, nervioso, intentó alerta a Jesús (su gran amigo).
___Maestro, debo advertirte...
Sin que pudiese concluir su frase; Dios, mirando desde una de las grietas de los muros del cielo, tiró el hilo que conectaba con Jesús e hizo que volteara hacia Judas y con ojos de decepción le ordenara:
___Lo que vas a hacer, hazlo pronto...
Judas comprendió: el traidor era el que movía los hilos entre las grietas del cielo.
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).