Escribir es beber la luz en la copa de la oscuridad
Súbitamente, desde el claroscuro vientre del Universo se deja oir un estremecedor lamento: ¡Santo Dios...! ¡El Paráclito yace sin aliento! _____Gritó Gabriel, ahogado en plegarias____. La terrible batalla entre demiurgos y ángeles dejaría su primera víctima. ¿Acaso Dios se hallaba distraído?
Con el aún caliente olor de la traición en su corazón, hurgó frenético en las profundidades oscuras del armario de su profanada habitación nupcial. No salió a su encuentro el arma para terminar con aquello; solo una cartulina, manchada con caramelo fosilizado y con amorosos garabatos que decían : «Te amo papi, eres el mejor del mundo». En el acto, sus lágrimas trazaron un mapa existencial decidiendo enrumbarse hacia una nueva oportunidad. ¿Acaso el dolor más profundo lleva a la liberación?
Dos incoloras manos con largas uñas de versículos rancios ___¿las de un demiurgo poderoso?___, movían los hilos conectados a las plumas de los apóstoles. Sobre ellas, dos ojos tan negros como la noche sin estrellas, observaban atentos cómo se escribía un testamento que nunca existió. ¿Quién controla al demiurgo?
La llamaban Tibisay, la dos veces nacida del claroscuros claustro de su cuartel maternal. Ni hombre ni mujer, ni ovario ni esperma. ¿Acaso su pecado fue ondear faldas mientras comandaba un batallón?
El dulce filo de aquel versículo apuñaló su espíritu dejando brotar de la herida la libre conciencia. Desde entonces supo que ya no podía confiar en Dios. ¿La verdad libera?
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Impaciente la criatura, con sus rodillas curtidas, el tiempo lo azotaba amorosamente. Con terquedad; paso a paso, golpe a golpe, reprimenda tras reprimenda, logró llegar hasta el estante donde aguardaba temerosa su recompensa de cristal.
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Encarcelado por Morfeo caminó solitario por los claroscuros senderos del Jardín del Edén, reflexionando y cuestionando su existencia, entre ásperos brotes de matorrales con olor a desesperanza. En la base del árbol del conocimiento reposaba la columna vertebral expuesta por la descomposición, se encontró de frente con aquel despojo. ¿Acaso era su propio reflejo en el tiempo?
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Las filosas garras de su monstruo creativo, con amorosa piedad, desgarran las hojas de su libreta de creaciones. ¿Acaso los fragmentos de papel con olor a sangre se volverán a juntar?
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
La iglesia permanecerá clausurada, la persona que nos guarda, guía y apacienta ha sido detenida por la autoridad policial por haberse ofrecido un desenfrenado sacrificio pecaminoso!
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Un silencio denso y cargado de expectación llenaba la bulliciosa oficina olorosa a rancio incienso, mientras las cuentas de la congregación, con dedos espolvoreados de hostias, eran examinadas con codicia por el santísimo obispo.
Con sonrisa beatífica, miró la contribución que pagaban los fieles, con la misma intensidad como un buitre mira la carroña recién hallada.
Los billetes benditos serían utilizados para pagar prostitutas vestidas de vírgenes, cocaína molida con hostias, y misas negras donde el nombre de Dios se pronunciaría para dominar almas perdidas.
Al ser descubierto y condenado por el juez, el santísimo obispo respondió:
____Si Dios perdonó a Judas, ¿por qué no a mí?
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Libres corren por la calle las gotas con olor a lluvia, mojándose entre las olas que se forman. Desde el sofá de la sala, mirando entre la empañada ventana, Oscar, el gato que esputa ratones mutantes, pensó: "¿Cómo puedo dominar el Universo desde la escuela?"
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).
Explorando en la luminosa alcantarilla de la avenida # 190, el gato Oscar descubrió que en ese lugar podía instalar su cuartel general desde donde planearía la conquista del Universo.
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025)
Yo, el compasivo Poncio Pilato, supremo prefecto de Judea, en el año XVII de Tiberio César Augusto, encuentro de toda culpa al reo Jesús de Nazareth de el vino envenenar, ofrecido en las bodas de Caná, con el polvo fétido de los huesos de Caín hallado en el fondo de las ánforas, por lo cual lo condeno a la cruz.
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).
¿Codicia o hipocresía?
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).
El compasivo verdugo, miró su envejecido rostro en el reflejo de una fétida hostia; descubrió que tenía los mismos ojos del demiurgo.
Por: Rodolfo Isaac Méndez (2025).